domingo, 30 de diciembre de 2007

El año que empezó en lunes

El año 2007 se marcha, como Montel Vontavious Porter cuando ve que su título está en peligro. Nos deja un buen sabor de boca y muchas imágenes en el recuerdo. Nació Madre Prusia, la infanta Sofía, el perrito Poncho y la afición por la moderna WWE.
Los sabores clásicos nos siguieron acompañando. El ron velero, la bebida que siempre estuvo en los buenos y los malos momentos, Un tio cabal acertó al definir su sabor "vigoroso como el bello boxeador cubano que lucha, fuma y ama, y dulce como las nalgas de un delicado efebo". DaMarco alimentó a las masas, algo sólo equiparable a Jesús cuando multiplicó los panes y los peces, o a Lenin cuando dio de comer al hambriento pueblo de Rusia gracias a su "pan para el pueblo". Lucky Strike cambió su envase, ganando a millones de fumadores que chupabamos de la teta del tabaco barato.
Volvió la Khandoneta a Sevilla, al igual que volvió Etrusco a enamorarse pero sin volver a España, un país que vió convertise a Triana en residencia del caliche, la palabra más usada por segundo año consecutivo. Una palabra que se ha ganado un lugar en el Hall de la fama junto a Chueco, Lomo Embuchao, Exkiso o Coquita en los pegas.
Desaparecieron Puerta, Benoit, Umbral o el exquisito Juan Antonio Cebrián, aunque también estuvo a punto de hacerlo servidor debido a cierto pastel de marihuana de cuyos efectos no quiero acordarme.
Dice la UNESCO, tan conectada con el hombre de a pie, que 2007 fue el año de la lengua rusa y de la heliografía, manda cojones enterarse a falta de 1 día para el 2008. Pero yo prefiero decir que fue el año de Batista.
Una sugerencia, despindánse de 2007 comiendo langostinos con limón... ¡por dios! con limón.

George Lapitta les desea un Feliz Año Nuevo

lunes, 24 de diciembre de 2007

La historia de cómo Prusia rechazó competir en la carrera espacial


La NASA se hacía poco a poco con el dominio espacial, sueño del hombre, talón de aquiles de todo gobierno que desease alcanzar el siglo XXI con dignidad.
Los Rusos se dieron cuenta y en plena guerra fría enviaron a la simpática perrita Laika para que falleciera en el espacio, ¡Un gran lugar para morir!.
Prusia, y sobre todo el lord Canciller, miraban con absoluto asombro las noticias que llegaban desde ambos bloques. "No nos alinearemos, no nos alienaremos, Prusia no tiene dueño", eso decían en las calles las muchedumbres que, hartas de pagar tributo a Moscú (*ver Fundación), decidieron emprender su particular carrera espacial, pero al puro estilo betis (*ver Paco Chaparro: Resistiré).
Para ello se creó la BRASA (cuyas siglas no tuvieron nunca significado), y un comité de sabios, formado por supuesto de Rabinos y Teologos (la gente más sabia de Prusia), decidieron mandar un Simio al espacio, llegaba la época dorada de los monos espaciales.
Se consultó a la flor y la nata de la sociedad: Herr Leather, varios Condes, el obispo de Canterbury, al portavoz de los galeses de la colonia de Chubut y por supuesto al señor Massacotte (en la cárcel por matar a su mujer). Se llegaron a estas conclusiones:
  • Enviar un mono al espacio es una tontería, y resulta más útil en el circo o divirtiendonos;
  • Los galeses consideran una afrenta que se les consulte;
  • Herr Leather no sabe/no contesta;
  • Los fondos gastados en la BRASA bien se pueden invertir en la popular caza del gamo;
Era evidente que Prusia carecía de espíritu emprededor, las muestras recogidas en cada uno de los segmentos de la sociedad fueron muy negativas para la BRASA. Algunos historiadores "aprovechados", dijeron que "la sociedad prusiana es emientemente inteligente, si lo pueden hacer los rusos o los americanos, que se gasten ellos el dinero, ya que el beneficio de la exploración espacial repercutirá de igual modo a toda la humanidad". Pero nadie se acordó del pobre simio, aunque si de la BRASA, y desde entonces ese acrónimo, cuyas letras fueron escogidas aleatoreamente, significa en Prusia algo parecido a lo que antes entendíamos por Murga.

Para ahondar más en el tema se recomienda leer "Prusia, del Imperio a la decadencia", "La tara de la caza del gamo", "Galeses ¿Prusianos de bien?" y "El simio pedrito:historia de una frustración".

jueves, 13 de diciembre de 2007

Misma acción, dispar final

En una de esas largas noches de Diciembre, cuando el esplendor de la luna solo se ve superado por el radiante brillo de Venus (el cual no viene de sí mismo sino es simplemente un mero reflejo) conversaban alrededor de una ostentosa mesa de esquisito pino sueco, 3 tipos de dudosa reputación,
Lord Dongildo exponía sus brillantes ideas defendidas en su no presentada tesis doctoral mientras el Excelentisimo representante de los Capitalinos, bebía delicioso licor de caña de azucar escondido de malas radiaciones en pseudobarrica de madera en las bodegas de Getafe.
Junto a esto, humo mucho humo, segun los expertos grandiosa maría, el cual no dejaba distinguir si lo que se visualizaba en la llamada "caja tonta" era una cadena o si simplemente estaba apagada
. Yo, trataba de dilucidar las posibilidades de victoria cara al desafio que se me planteaba ante mi.
En ello se suscito un extraño debate acerca de como una misma accion, en este caso la masturbacion (la cual venia al hilo de los anuncios del jess extender) podía tener distintos finales, como ya dijo el bueno de Isaac Newton:"Toda acción, tiene una reacción", ya que si pongamosle un tipo A se acerca a una tipa B y le dice: !tss tss rubia me la voy a cascar con tu foto!, esta posiblemente le cruce la cara sin pensanselo dos veces. Por contra, si una tipa A le dice a un tipo B: oye wapo me voy a tocar pensando en ti! posiblemente y como dijo dongildo, éste contestaria algo asi como: ¿Te ayudo?
¿Realmente nos encontramos en el siglo XXI?

lunes, 10 de diciembre de 2007

Cultura prusiana: Expresiones típicas


Suecia se mostraba como un rival mucho más aguerrido y despiadado de lo que habían podido pronosticar nuestros más eruditos estrategas; la guerra por el dominio de los fértiles territorios de la Pomerania se prolongaba cruelmente, los días parecían durar más de 25 horas y el fetido olor de la muerte intoxicaba el alma y cuerpo de nuestras guerreras. Mientras, en la Madre Prusia, los hombres revivían el recuerdo de sus amantes sacando brillo a sus cascos militares o tocando tristes solos de zambomba.

En aquellos tiempos, tanto hombres como mujeres, en estricto reparto de campañas, conformaban las huestes del noble ejercito prusiano. Dicho dato, no esta demasiado recogido en los libros de historia del resto de los territorios europeos debido a la ardua tarea que suponía para las tropas enemigas encontrar diferencias entre los sexos prusianos.

Así, al ser esta campaña cosa de mujeres, los varones se veían obligados a buscar soluciones que les ayudaran a mitigar la ausencia de éstas y, a tenor de los textos prusianos de la epoca, sus prácticas tenían un claro carácter festivo y liberal. De este modo, la zoofilia era concebida como "la máxima expresión de amistad entre un hombre y un animal" (extracto del "Libro de Lothar para el amante solitario"). Solo después de esta larga aunque necesaria leccion de historia podemos por fin referirnos al tema principal de esta entrada: El origen de la expresión "Qué te folle un pez".

Corría el año 1710, continuaba el conflicto sueco-prusiano. El Duque de Silesía se hallaba reunido con el Conde de Brandeburgo en el Real Palacio de Württemberg. El primero se lamentaba frente al segundo de lo poco satisfactorías y repetitivas que eran sus prácticas sexuales en ausencia de su amada Inga.

-Te propongo que hagas algo nuevo -sugerió el Conde de Brandeburgo- algo muy francés. Ante el silencio y los ojos expectantes del Duque de Silesia prosiguió el Conde:
-Un pez querido amigo, un resbaladizo, largo y humedo escualo.

Terminada la cita, el Duque de Silesia llamo a su guardia personal y les apremió para que en el menor tiempo posible le trajeran la más esplendida anguila del reino, petición que vio satisfecha a los pocos días. Cuenta la historia que, hallandose en tan impudicos menesteres, la anguila se le escurrio de entre las manos, tal vez por un exceso de efusividad, introduciendose velozmente por los intestinos de un horrorizado Conde que, pocas horas después, perdió la vida; vida que hubiera conservado si con un pez, no hubiera follado

sábado, 8 de diciembre de 2007

Muerte de un Vaquero

Mi amigo Lenny vivió como se merecia. Mató, bebió, ganó y perdió, pagaba con balas lo que no podía pagar con dinero. ¿Un dandy sureño?, no creo, él era un dandy a secas.
Robaba trenes, bancos, diligencias, se destacó en la guerra de secesión cómo un héroe confederado, pero lo más reseñable era la manía que tenía al agua, inversamente proporcial al cariño que sentía por el Bourbon. Era el tipo más genial de Nebraska.
Ese cabrón vivió como quiso, se jugó el pescuezo y gano siempre. Lastima que su aficón por las mujeres fuera la causa de su muerte. Me pidieron que leyera algo sobre él en este funeral, pero visto que sólo somos cuatro, es decir, el sacerdote y sus acreedores, no me queda más remedio que irme cómo llegué, ¡mandiciéndoles a todos!. Resulta paradójico que el hombre que destrozara tantas familias sólo deje triste en este mundo a un pobre diablo.
Padre Wilson, Señor McReady, Señor Carson, me haré cargo de las deudas de Lenny, pero lo haré a su manera.

...y 5 centavos de plomo sirvieron para pagar las deudas de toda una vida.

viernes, 7 de diciembre de 2007

A medias...

Llegó la nieve al río, y el río llegó tarde a su cita con el mar. Yurena miraba por la ventana de su casa, esperando cartas de un jóven capitán. De repente vió al cartero paseando por el distrito. Sus ojos se bañaron en lagrimas, que posteriormente por las prisas, llenaron de escarcha sus mejillas al abandonar el calor del hogar.
El ejército rojo, sable que Stalin blandía a diestro y siniestro por el mítico este de Europa, recibía en ese momento metralla y fuego a las puertas de Berlín. Fue entonces cuando un jóven capitán abandonó su cuerpo, ajado y cosido por las balas, en una anónima trinchera, tiñendo de rojo la albina nieve...

En ese momento el escritor se dió cuenta de que continuar un drama ambientado a mediados del siglo XX no se parecía en nada a las historias de rabinos y obispos con transfondo cominco-moral a las que estaba acostumbrado, además le parecía un poco cursi. Encendióse un pitillo y mientras pensaba en continuar el relato o publicarlo, se dió cuenta que se trataba de Madre Prusia, un púlpito desde donde se predicaba el purismo por encima de la lógica. Finalmente pulsó el botón sin ponerle un punto final a la historia

jueves, 6 de diciembre de 2007

El Rabino y el Obispo de Canterbury

Cierto día el Rabino Josuéh se preguntaba sobre cuál era el imperio que mayor gloria había dado a la raza humana. El obispo de Canterbury, que pasaba por allí y era famoso por sus poderes telepáticos, respondió al rabino con la normalidad de una persona que puede leer la mente de sus congéneres: "la inglesa sin duda", dijo para sorpresa del buen judío.
Como Josuéh aún andaba con la boca abierta, el obispo continuó: "los ingleses hemos descubierto el mayor arma bélica de la historia, el miedo a la muerte".
El Rabino perplejo ante la lógica aplastante de el obeso anglicano, decidió mover ficha en favor de la religión a la que servía: "desde los púlpitos predicais el mensaje contrario monseñor, ¿no es esto una mala interpretación por tanto de la biblia a la que vos llamais despectivamente el antiguo testamento?".
"Evidentemente siempre que el enemigo sea un infiel rabí, alguien que no comulga con los dictados de Dios", dijo mientras orinaba en plena calle.
Sacudióse la pita el orondo ministro, cuando llegó Jesús de Nazaret, en su tercera venida, y encontrandole con la herramienta en la mano dijo secamente: "¿Hacia dónde se va a Galilea?".
En ese momento el rabino y el obispo de Canterbury se sintieron ultrajados, pues el propio Cristo pasaba de largo ante dos personas que se dedicaban a estudiar su vida, y al fin descubrieron que sus testamentos eran simples novelas, llenas de guerra y fantasía. Fue el golpe más duro de sus vidas.

Cristo III siguió su camino a Galilea, años más tarde sería crucificado de nuevo (esta vez con erótico resultado), tuvo sus quince minutos de fama, no fue como antaño;
A día de hoy el obispo de Canterbury regenta uno de los mayores burdeles del Soho londinense, sigue pensando que los ingleses son la ostia, a veces se le ha visto armando jaleo con nocturnidad y alevosia, vistiendo además sus antiguos hábitos.
Josuéh abandonó el judaismo y acabó sus días en una sórdida taberna de Estambul, según testigos sus últimas palabras fueron "sólo cuando uno vive se le tiene miedo a la muerte".

paranoia interminada de dos sonados

-¡Legionarios!; ¡prestos los pilums! - gritó el decurión mientras los bárbaros se acercaban a la escuadra romana. Arcadium y Lapittum deseaban con todas sus ganas repartir un poco de gresca a esos sucios galos que se resistían a someterse al imperio. Pero la batalla no comenzaba bien, la noche anterior habían excedido con las razzias, el saqueo, las violaciones, el vino y el asesinato gratuito y ahora la resaca pasaba factura ante las hachas de los bárbaros.
Allí estaban, los hijos de Marte, ciudadanos romanos, ¡gloria del imperio!, carnaza de centurión. ¡Orgullosos Legionarios!. Cinco años llevaban ya formando parte de las filas y numerosas heridas habían curtido sus pieles a lo largo de la campaña en las galias. Sus aventuras como soldados comenzaron cuando fueron condenados a muerte por el senado. La legión les savó de su cruel destino, algo de vino, sal, y algunas prostitutas era su recompensa.
Las flechas galas calleron imprevisiblemente sobre el escuadron y todos murieron. Aqui terminan las aventuras de dos valerosos soldados...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Navidades en Prusia


La magna nación de Prusia puede presumir de tener uno de los folclores más ricos, enraizados y celebrados de occidente; sus bailes, musica o gastronomía forman una pleyade de un brillo hermosamente cegador. En esta entrada, y con motivo de las fechas en las que nos encontramos, se explicarán las peculiaridades de la tradición más amada por los más pequeños prusianos: La llegada de Herr Leather (Señor Cuero).

Herr Leather, al igual que los Reyes Magos en España, es el encargado de traer regalos a todos los niños prusianos que se han portado bien a lo largo del año en la "Schwarze Ledernacht" (Noche del cuero negro). Se le representa como un tipo de unos cuarenta años, delgado, con un poblado bigote que ciñe una estrecha fusta. Su atuendo típico consta de botas militares altas y unos estrechos pantalones que dejan al descubierto su nalgario; ceñida camiseta y gorra con tachuelas, todo ello en estricto cuero negro, completan su vestuario. Los infantes entonan un tierno villancico prusiano con la esperanza de que Herr Leather sea especialmente dulce con ellos la noche en la que los visita que dice así "Herr Leather macht Schmerz zu den Kindern von Prusia, aber wir lieben ihren Schmerz. Kommen Sie hier Herr Leather¡" (Herr Leather hace daño a los niños de Prusia, per nosotros amamos el dolor. ¡Ven Herr Leather!)
Así, se dice que este entrañable personaje, propina magicos azotes y mordiscos en los pezones a los niños prusianos menores de 8 años, pues su ternura natural provoca que le asusten los de mayor edad, que mediante divino hechizo, les concederán suerte a lo largo de todo el año, año que será más propicio mientras más sangre provoque Herr Leather.
En Prusia tambien amamos la Navidad

lunes, 3 de diciembre de 2007

OJO! Al dato, surmano

Siglos atrás, exitía en Prusia una raza que los investigadores modernos han denominado como los Ostiacitas, considerados en la actualidad como el antecedente más probable de esa raza parasitaria denominada en argot como "canis," "angangos," etc.



Esta raza era conocida en sus tiempos por su comportamiento grupal, su temperamento poco inquisitivo, su tendencia al lenguaje gutural y su intensiva endogamia. Vivían en zonas denominadas vaguetos. El problema era que, debido a su escasa capacidad cerebral (que no craneal) los Ostiacitas no construían sus vaguetos en los suburbios de los núcleos de población del magnánimo imperio pruso, sino que se equivocaban de localización y acababan haciéndolo en los suburbios de un bosque.



Debido a este habitual e inoportuno percance topográfico, los Ostiaciatas a menudo tenían que recurrir a formas poco dignas de sobrevivir, como saltear caminos y robar en granjas y pueblos. Estas actividades fomentaban gradualmente la agresividad y el instinto chulesco de los Ostiacitas, lo que explicaría parte de la habitual conducta absurda de la que hacen gala sus descendientes.




Seguiremos informando sobre los Ostiacitas en próximas entregas de OJO! Como despedida, les dejamos con una foto de uno de los Sumo Sacerdotes ostiacitas, practicando uno de sus extraños ritos, en los que alababan a un hombre barbado que hoy los canis llaman El Señor o, simplemente, Cristo.


PD: Saludos de Chuck Norris, el verdadero creador del mundo.





sábado, 1 de diciembre de 2007

La olla de Freddy (Lapitta y Pantanni) Hoy: Cocina Estudiantil


(Sección que analiza a un personaje, objeto o simio)

>La máxima:
"Donde tengas la olla no metas la polla" (vela por las relaciones entre compañeros de piso).
>Los Diez Términos:
insulsa, pasta, barato, latas, "sacar la basura", ¿fregar?, hambre, "comida a domicilio", "la leche está mala", warterloo.
>La gran mentira:"Ahora que la cocina está limpia mantengámosla así"
>Has de Saber: La cocina del estudiante es un lejano reflejo de la cocina materna, es un fraude barato.
La cocina no se limpia sola, si la dejas mucho tiempo crea ecosistemas autosubsistentes capaces de planear un ataque contra el resto de seres vivos que habitan el piso (incluyendo cucarachas).
Cuando pequeños bichitos aparecen luchando con lanzas y cuchillos por obtener restos de comida podrida; es la hora de restaurar.
La cocina no es un vertedero.
Cuando eres estudiante bebes mas que comes.
Cuidado con el monstruo.
>Escenas: "Pantanni: ¿Como se le da la vuelta a una tortilla?
- tortilla al piso."
"Lapitta: Oye, que la sartén no era negra"
"Lapitta: Hoy podríamos hacernos una cena exquisita.
Pantanni: Ohh, de puta madre, ¿que tenemos por ahí?
Lappita: Un diente de ajo, una salchicha, unos pocos espaguettis, medio pimiento y una brizna de brécol.
Pantanni: A LA PLANCHAAA!"
>Una de gratis: ¿Por qué la cocina nunca se decora?



Clásicos del teatro prusiano: hoy "Galeses de Ultramar" (Lapitta y Pantanni)


(Escena: una taberna en el caribe, mesas frente a una barra, algunas hamacas, jarras de cerveza y sangre seca por el suelo, piratas, prostitutas y negros, una banda de country toca en el escenario. Entra John Picaresca; bigote ralo, melena rubia con cartón transparentado, rama de trigo en la boca; y Billy Truhan; sombrero vaquero, gafas de pasta, mascando tabaco ; hay ganas de reyerta)
Billy: Jámas me vi tan apurado, mi barba hoy no he rasurado.
Esta taverna más se parece a una caverna que al antro exquisito del que habló Vitto.
John: No más quejas esta vez, que rechazando la cultura
en nuestra sedienta nuez, hay una voz que sin son
solamente pide ron, y beber con desmesura.
Esta noche en copa bebo, las mujeres bellas quiero
y que corra el ron velero, delicioso y bello suero.
Billy: Juan, con ese nombre anglicano, bien sabes hermano
que aún siendo papista te considero un purista.
Contigo en los siete mares y en los demás bares
siempre un velero querría, con velas o del DIA.
John: Pues vamos a ello, (al tabernero) camarero; dos veleros.
Y ponlo como me mola, dos hielos y cocacola
No escatimes en alcohol, esta noche es Shekspiriana*
y nos damos al buen son, de las damas siberianas.
Tabernero: Ahí van las copas que ennoblecen a las tropas.
Billy: si de velero me muero dile a todos que he vivido
y aunque ni sirvo de esclavo
di que soy el Cristo, que eligió su propio clavo.
John: Bebamos pues
Billy: Bebamos.
(entra Poncho; cara de perro, monóculo y bastón. Seguido por su guardia personal. Violines en Do Menor)
Poncho: Woof Woof (humanos de esta taverna, saludad al superior
que aunque perro he nacido, siempre aspire a emperador).
John: (a Billy) Mira quien ha llegado, con su talante adinerado
presumiendo de destreza en sucias y crueles bajezas
pues si él quiere reinar ¡Que me aspen en la rueda!
antes morir de pena, que ese chucho gobernar.
Guarda Personal: Cruel destino el mio, servir a un simple can
tres años de academia soñando con proteger a un sultan.
(en el teatro se escuchan murmullos, algunas personas abandonan la sala)
John y Billy: ¡Perro! atrévete a luchar como un temible truhán,
con espadas afiladas daremos muerte a tus ganas
de todo el mundo tomar. Pues los sueños que tu amparas
como jefe de una armada, pretendiendo despeñar, en ciudades derramas
con la sangre audaz de un pueblo, tu sucia insigna imperial.
Poncho: Woof Wooof (Sucios galeses de ultramar!)
Woof (a vuestra corta edad, tenéis las de perder)
Woooof (presto estoy a luchar)
WofwofWoff (dejad de beber y armad)
John y Billy: Pues vamos
Poncho: Wof (Pues vamos)
(se baten)
*(pronunciación en andaluz)