lunes, 21 de abril de 2008

Grandes músicos prusianos. Hoy: Holly Monken y Gabriela “Pipa” Rijks

En un momento de la historia en el que el canto gregoriano y la música popular conocida como “Farfarren” eran el único placer auditivo de este gran pueblo, Holly Monken y Gabriela Rijks abrieron el camino hacia lo que luego que luego sería una de las culturas musicales mas influyentes, predecesora de prácticamente toda la música que se escucha hoy en día, excluyendo el Chill-Out, siempre.

Ambos nacieron en Pokpotekeschumalen, una pequeña villa al norte de Prusia. Lo rimbombante de su nombre no casaba en absoluto con el espíritu de su población, sobrio y conservador. Curiosamente en un ático de esta pequeña villa paso sus últimos días Herr Finlay, antes de que la polio lo mandara “al otro pub” (creencia popular irlandesa).

El primer encuentro entre los dos músicos se produjo en circunstancias un tanto extrañas: Holly Monken trabajaba como cazarrecompensas para un cacique prusiano exportador de hinojo, una de las principales fuentes de ingresos de la época, y que obviamente la mafia acabo tomando como suya. En uno de los trabajos encomendados, Holly tenia que infiltrarse en la mansión de Mathias Rijks (popular capo de la época) y asesinarlo a el y a su dama de llaves, de la que se decía que manejaba las cuentas de Mathias. Holly Monken tenía 17 años.

Al colarse en la mansión de madrugada, Gabriela (la hija del capo) lo sorprendió en la cocina. Holly Monken le explicó con el descaro de un muchacho de su edad que era el nuevo cocinero, y tenia que preparar el desayuno imperial del día siguiente. Afortunadamente su madre le había enseñado a cocinar una receta ancestral de huevos con panceta al vodka, y el muchacho se sirvió de los enseres de la cocina para dejar el desayuno listo. Gabriela quedo prendada ante el desparpajo del chico, y lo invitó a subir a su habitación para mostrarle sus habilidades, en este caso con el piano. Nadie sabe con certeza lo que paso aquella noche, pero al día siguiente ambos desaparecieron, y no se volvería a saber de ellos hasta 7 años mas tarde.

Fue un soleado día de Junio. En una pequeña sala de Cracovia lucia un cartel a la entrada: “Holly Monken y Pipa Rijks en concierto, hoy a las 21:00”. Se vendieron 12 entradas.

Holly Monken, que preveía la poca afluencia de público, se había agenciado 16 gramos de “Kotchsmir” (uno de los más populares alucinógenos de la época, que se tomaba por vía oral) y no dudó en repartirlos entre los pocos asistentes a su concierto. Sin el menor reparo, el músico se comió otro pedazo de “Kotchsmir” y sacó de la funda su xilófono. Gabriela hizo lo propio, y extrajo de un estuche de madera sus “Tuskan”, un instrumento similar a las maracas que ya había perdido su popularidad en Prusia.

Las luces se apagaron y Holly Monken y Gabriela “Pipa” Rijks empezaron a escribir la historia de la música contemporánea.

viernes, 11 de abril de 2008

Perro flaco

Llueve, no para de llover, el agua entra por la cristalera.
A lo lejos luces y ruidos una ciudad en feria...
Vuelves a casa, como no empapado. El agua te ha calado...
Pero bueno... entras en el salón, nada como un buen butacón.
Entre el estruendo del fuerte viento y la lluvia algo parece destacar, un ladrido sale de lo más profundo de un perro callejero, flaco, callejero.
Aulla sin parar mientras lucha sin parar contra las inclemencias del temporal...
Derrepente silencio, parece que ha dejado de tronar.
De aquel perro no supe nunca más, quizas encontro un lugar mejor donde "perrear".

miércoles, 9 de abril de 2008

Seminario de Historia Antigua de Prusia

Cuenta la leyenda que durante la primera gran guerra prusiana, allá por los tiempos en los que se disputaban el terreno diversas tribus; cuando los grandes clanes Polluts, Calichs, y Grifins ocupaban respectivamente el norte, el sur y el suroeste, durante los tiempos en los que los ataques a las fronteras se hacian dia si, dia tambien; hubo un hombre que destacó por su destreza en el manejo de la empanada. Por aquel entonces, como saben los estudiosos de la historia prusiana, la empanada era el arma principal del ejercito de los Calichs, gracias al buen uso que supieron darle acabaron en menos de un año con el clan de los Polluts tras la batalla río Vell Hero. En el texto mas antiguo hasta el momento recuperado de el historiador de la Prusia antigua Pesc Ha en el que relata la batalla (solo se conserva un fragmento) exclama vehemente en el segundo papiro "...y llegaron cruelmente y sin un ápice de piedad armados con sagazes empanadas comandados por el general Speefd Calichs II, descendiente del difunto rey Coque Calichs IV, y arrasaron con toda la ciudad como si nunca mas el río volvera a tener agua. Sus ávidas empanadas hicieron ....", el resto del relato no se conserva.

El proyecto caniche


y cuando vio lo que su sueño había provocado, arranco sus ojos utilizando la dorada mano de mono que había recibido como condecoración por una meritoria campaña en el Palatinado. (Extracto de las Cronicas de Odon II, Editorial La Cometa)

Odon II, hoy recordado como el más guerrero de los monarcas prusianos, siempre intentó dirigir los designios de su pueblo con la mayor dignidad posible. Por eso, cuando en las calles de París y Londres se comenzó a vociferar que en Prusia, perros ataviados con tutú abarrotaban el Staatsballett de Berlin , que eran monos con brillantes mocasines los que discutían en el parlamento y que cien lemuridos laureados eran la flor y nata de la fuerza armada; no tuvo más remedio que tomar cartas en el asunto e iniciar la que sería conocida como “Der Krieg der durch Bodenssatz des Affen beschmutzten Ehre” (Guerra del Honor manchado por heces de mono)

Los rumores y las habladurías se habían originado cuando las celosas autoridades inglesas y francesas intentaron desprestigiar el revolucionario plan que meses antes había iniciado la administración prusiana. El que hoy conocemos como “proyecto caniche” y que fue pionero en el uso científico de animales (ver “La era dorada de los monos espaciales”) se basaba en la búsqueda de la optimización de las características innatas del animal para su aprovechamiento humano. Las palabras del jefe de este proyecto, el Profesor Von Choto (1607-1615), resultan muy esclarecedoras: “El hombre siempre ha vivido en comunión con el animal; se traslada con el caballo, se come al cochino y se acuesta con la oveja. La evolución que alcanzará el hombre se halla exponencialmente unida a la cantidad de especies de las que puede conseguir provecho (…) en el siglo XX, los monos limpiaran nuestras aceras, los perros regarán nuestros campos y los ratones manejaran complicadas armas de fuego”.

Miles de pequeños cochinos, gatos, perretes, cabras y un sinfín de especies fueron internadas y adiestradas durante años en las enormes instalaciones que se habían construidos al uso, para ello, se requirió una inversión sin precedentes en la época. Pasados cinco años, y cuando el programa parecía ser un éxito total, un caniche que formaba parte de un grupo que era adiestrado para diseñar divertidas montañas rusas, se reveló frente a su mentor humano y le arranco el rostro: El pabellón enteró se sumo a la rebelión y horas después, catorce millones de animales adiestrados tomaban la ciudad- granja causando una violenta masacre como jamás ha sufrido el hombre. Horas después ,mediante sus interlocutores (periquitos) los sublevados hicieron saber al gobierno prusiano que su objetivo era tomar Berlín y posteriormente, iniciar la revolución animal.

Tras una dura campaña (de la que se darán detalles en otra entrega) que se prolongó durante siete meses, el gran ejercito prusiano consiguió doblegar a la frustrada revolución; no hubo prisioneros, nunca llegaron a ser mascotas, alimento en los estómagos prusianos, calientes abrigos o fetichistas fustas y pantalones de cuero, todos los animales fueron completamente aniquilados y el proyecto completamente archivado.

martes, 8 de abril de 2008

Llueve en Triana

LLueve en Triana. En uno de los muchos edificios que se alzan a orillas del guadalquivir hay un piso. Alli suenan unos acordes lentos de Thin Lizzy que preceden al resto de una cancion acelerada. Se fuma, dos individuos, uno negro con pelo a lo afro y patillas, otro blanco con pelo largo, juegan al Pro con devoción. Otro individuo, con barba y cara de gato, describe la situación. Resulta extraña la ausencia de un perro que siempre anda tirado por el suelo o dando la brasa. "I´m just a cowboy" dice el estribillo, y luego de nuevo esa coletilla del cantante tan conocida en esta zona; "we need you´r helps in hands".
Termina la cancion y empieza a sonar una version de "the house of the rising sun" que está de puta madre, por el mismo grupo. "hay una casa en Michigan". Es la feria de sevilla y la cosa esta tranquila en el lugar. Comentarios, "se juega divertido", "buen partido", y cosas del estilo por parte de los jugadores. En el fondo este juego debería esconderse por un tiempo, abriría un gran elenco de posibilidades factuales para matar la tarde. Pero no, la costumbre es la costumbre y el hábito justifica toda dejadez; o eso parece.
Ahora suena Bob Dylan, Huracan carter, cancion que esta bastante guapa, pero que dura mucho y siempre es igual. No importa, es Bob Dylan.

miércoles, 2 de abril de 2008

la tragedia de un fumador que se pierdió en una isla con dos cigarrillos parlantes. Capitulo I

Pete era un tipo que solía fumar algo mas de un paquete de tabaco al día. Al despertar de la modorra provocada por el golpe que se dió cuando se estrelló el avión, despues de andar un rato tambaleandose mientras recobraba el sentido, no imaginó encontrarse con aquel panorama. Esa misma tarde los dos cigarrillos parlantes y él, únicos supervivientes al accidente, se habían hecho grandes amigos, entre charlas se habían comentado largos capitulos de su vida mientras aguardaban la ilusión de ser rescadados en breve, una bengala y algo de suerte harían todo el trabajo. Al llegar la noche las ilusiones se habían disipado y llegó el momento de la supervivencia, recogieron unos cocos, montaron un campamento con bastante bajo caliche y se hecharon a dormir frente a una fogata. Quizás fué una de las costumbres de Pete la que le jodió el sueño, no se había fumado su cigarrillo de antes de dormir y eso le dejó en vela. La ausencia de tabaco sin vida guió su deseo a los presentes que dormían con tranquilidad junto a un fuego que en un simple movimiento podía guiarlos a una calada mortifera que terminaría consumiendolos de principio a chusta. Que deliciosos estarian esos pobres cigarrillos, inocentes duermen sin pensar que unos pulmones les observan deseosos de ser envenenados por su humo. Pero no, se habían convertido en sus amigos, Pete no podia hacerles eso. ¿una sola calada y apagarlo? Se sintió mal cuando ese pensamiento paso por su cabeza. El mono no podia hacerle perder los nervios, se dió la vuelta y se durmió como pudo.
Pero cuando peor lo iva a pasa sería en el momento en que se despertase. Ah! el primer cigarrillo del día. Los pitillos parlantes, que se llamaban Cigarretten y Pitillesco, ambos de la familia Chesterfield; se habían levantado temprano para recojer leña y habían empezado a hacer un buen fuego en la playa de la isla. Pete los observó y viendo como las llamas se acercaba mas al objeto de su deseo, no pudo resistir la ansiedad y soltó un grito que aterro a los cigarrillos ...

CONTINUARÁ