viernes, 30 de julio de 2010

Perry, mitad perro, mitad mendigo


Bien conocida es en Prusia la leyenda de Perry, el perro mendigo.

Se rumorea procede de un cruce entre la conocida familia de cánidos, raza Cocker, Moritz, de Kangsberg, la ciudad más septentrional del Gran Reino Prusiano, y un mendigo procedente de las insurrectas tierras sureñas de Iberia, conocido como "El Boxeador Indomable". Tras haber desafiado y vencido a todos sus enemigos imaginarios a lo largo de las calles de Gades, este corpulento hombre decidió ir en pos de nuevas victorias por las tierras nórdicas de Europa, con la única ayuda de su vil indumentaria deportiva y una característica cinta de toalla blanca en la frente. Fue allí, en Prusia Oriental, donde tras una dura batalla (esta vez real), el sucio ser gaditano derrotó a la delicada hija canina de Ellery Van Moritz, el Conde más importante del condado oriental de Prusia, la cual sólo se había acercado simplemente para cumplir con sus cristianos hábitos caritativos de otorgar limosna. El mendigo se abalanzó sobre ella y, tras dos duros golpes en el costillaje superior derecho cayó abatida, momento que aprovechó para pinchársela salvajemente con toda la furia de un lemur tibetano.

El vástago Perry nació en la primavera del año 1983. Tras el duro parto que tuvo lugar, la hija de Ellery cayó exahusta, muriendo inevitablemente al alba del día siguiente. Los médicos no pudieron hacer nada por evitarlo. Fue amamantado por las nodrizas de la familia Moritz durante su infancia, hecho que le creó una gran debilidad ósea y dental, ya que el calcio de la leche de perra es difícilmente absorvido por el organismo humano.

Después de una larga vida con los Moritz, de acudir a numerosos torneos de raza canina Cocker y salir victorioso en 4 de ellos, Perry se dio cuenta de que le faltaba algo. Se había adaptado perfectamente a la raza de los perros, pero por sus venas corría la sangre de un vagabundo. Además, la ira de encontrar al despreciable ser que violó y fue causante de la muerte de su madre le consumía por dentro. Estaba empezando a beber fuertemente, fumar ganja y consumir MDMA. Estaba echando su carrera por la borda.

Armándose de valor decidió ponerse en camino hacia Gades, para allí desafiar al oníricamente invicto "Boxeador Indomable". Se puso sus mallas color fucsia, se monto en su diminuta bicicleta de trapecista y puso rumbo al Sur, a las tierras meridionales de Andalucía. Y tras una dura travesía por las colinas de Despeña Perros, pagar el peaje de la autovía Sevilla-Cádiz con Telepeaje y tirarse desde lo alto del puente Carranza cayendo de pechazo, llegó a tierras gaditanas.

Cuenta la leyenda que aún a día no se han encontrado, pero que el día que esto ocurra se verán envueltos en una encarnizada lucha, de la cual sólo uno podrá salir invicto...

Perry, mitad perro, mitad mendigo.

1 comentario:

Miguel Ángel dijo...

Mi momento preferido es cuando Perry paga el peaje Sevilla-Cádiz con telepeaje jajajja